¿He sido yo?
Hoy seré breve. Aunque tenga que remitirme a la época de El Grande de España. Quién nos iba a decir que hoy hablaríamos de Felipe IV, apodado El Grande, rey que fue nuestro durante más de 40 años en el siglo XVII. Su primer fiel escudero en asuntos de Estado fue Gaspar de Guzmán, el Conde-Duque de Olivares, que hace casi medio milenio tuvo que lidiar con otra gran crisis, esta sobre el territorio nacional. Tuvo follones con los andaluces, con los catalanes y con los portugueses. Durante su reinado, perdimos la hegemonía sobre el hoy país vecino Portugal.
Pues bien: esta mini clase de Historia es necesaria para tratar de entender mejor la broma gastada ayer durante un Congreso de Abogados celebrado en Cádiz. Habla uno de los padres de la Constitución, Gregorio Peces Barba.
¿Qué hubiera pasado si nos quedásemos con los portugueses y dejamos que se vayan a los catalanes? Igual nos hubiera ido mejor, pero en fin... Como eso ya es agua pasada, no se puede... Bueno, hubiera habido un problema gordísimo, que no hubiera podido haber los partidos de fútbol Madrid - Barcelona...
Aprovechando el símil, el autogol de Peces Barba está enmarcado en un sentido del humor –cuanto menos—dudoso. Que, en cualquier caso, ha sentado fatal a los catalanes, empezando por los abogados catalanes que asistían al foro -que acabaron marchándose de la sala- y acabando por su president, Artur Mas, que ha destacado la gravedad de las palabras siendo quien es, en la historia VIVA de nuestro país, Peces Barba.
Con todo, es curioso que se enfaden tanto por una mala broma los políticos que han leído esta semana que casi la mitad de los catalanes estaría a favor de la independencia, que organizan consultas independentistas con dinero público, los mismos que crean embajadas catalanas y que son los mismos que abogan por una selección catalana de fútbol que hoy por hoy entrena Johan Cruyff.
Moraleja: por la boca no ha muerto Peces, sino por las barbas del vecino catalán. Y luso.
@japinero