18 abril 2020
Vaya caos
Este fin de semana llegamos a los 40 días. Cumplimos la cuarentena de encierro en Madrid. Viendo la evolución de los datos de la pandemia en España (lenta y peor de la esperada) tengo algo que decir. Es mi opinión, esto es un blog y no soy fuente oficial, así que el CIS puede relajarse conmigo.
En resumen: VAYA CAOS.
Los datos son fundamentales para conocer el impacto del coronavirus en la población y los datos no concuerdan. Las fuentes son dispares. Los métodos distintos. Han tardado más de un mes en unificar criterios. Para que luego digan que las matemáticas son el lenguaje más universal.
Sin datos fiables no se conocerá el impacto de la enfermedad en la población que no presenta síntomas. Los científicos reconocen que esa es la clave. Sin esa estadística puede haber un plan pero no habrá calendario para el desconfinamiento. Vamos corriendo como pollo sin cabeza.
China nos ha mentido sobre el impacto del coronavirus en su población. Tiene un montón de cadáveres guardados en el armario. Occidente ya está pidiendo explicaciones. Me da que nos habría pillado el toro igual, pero la falta de transparencia del régimen chino canta la traviata.
La palabra 'crisis' me suena a eufemismo. Sin trabajo no hay dinero. Sin dinero nadie gasta. Sin dinero no hay para pagar la luz, el agua, el teléfono, la hipoteca, la educación de los hijos. Sin dinero se pasa hambre. Qué hacen los que pueden que no salen al rescate de todos.
Soy periodista. También perdí mi trabajo en la crisis anterior. Maldita la gracia. Entonces se criticaba que emigraran los científicos y que el turismo salvara la economía. Más profesores y menos camareros, gritaron. Ahora ni eso. La primera industria española, al garete.
¿Os acordáis de las Mareas Blancas? Eran manifestaciones de los sanitarios contra los recortes. Las primeras de 2012 fueron multitudinarias. En las últimas había más periodistas que manifestantes. Lo habíamos asumido como mal endémico cuando lo más importante es la salud.
Un último párrafo para los primeros: las víctimas. Me siento mal por seguir sano y salvo ante tanto dolor cercano. Dar el pésame por teléfono es una mierda. La llamada de la residencia de mi padre es un vuelco al corazón.
Quiero dejar de tener miedo.
Francamente, no veo el final.
09 abril 2020
Radioactivos por el mundo
El año pasado, la audiencia de este blog se disparó. No entendía nada, apenas lo tenía actualizado. Fueron pasando los días y comprobé que las visitas procedían de todo el mundo, que aumentaban cada vez que HBO estrenaba un nuevo episodio de la serie Chernobyl. Tela. Nada encontraron aquí sobre la radiactividad, claro. En cambio, son cada vez más los radioactivos que me encuentro por el mundo. Salud, Colombia.
08 abril 2020
Buenos tiempos para la radio en pijama
Aquí os dejo los párrafos que más me interesaron del artículo firmado por David Chic en El Periódico de Aragón:
El tiempo libre y no salir a la calle son una combinación complicada. Así que las personas confinadas van buscando actividades en las que ocupar las horas muertas. Y ahí es donde entran los pódcast, programas de radio portátil que han logrado un impulso significativo tanto en difusión como en aficionados que se han animado a grabar sus programas.
El pódcast parece el formato adecuado para estos tiempos: con poco más que un micrófono y un ordenador con conexión a internet desde cualquier barrio (...) se pueden lanzar mensajes al mundo como si estuvieran dentro de una botella. Ahí caben desde los gritos de socorro o de hastío a las proclamas proféticas sobre el devenir de la cuarentena.
Las ondas viven una segunda juventud en estas jornadas. Aunque la radio ya no sea radio, como demuestra que el programa del dúo Gomaespuma haya resucitado en Youtube. Esto no parece importar mucho a los aficionados que han tomado la delantera a los profesionales. Unos estudios de radio caseros que esta semana ya han producido programas para hacer más llevaderas las horas de cuarentena.
Habrá que ver cuántos de estos experimentos y recién llegados acaban desarrollando un verdadero entusiasmo por el medio. Mientras las grandes cadenas se vuelcan en la información, son los aficionados los que están poniendo su granito de arena para garantizar el entretenimiento.
Comparto todo lo escrito por el autor... menos el final. No hay más que darse una vuelta por el dial para constatar que los medios se han volcado por combinar todos los géneros en sus parrillas, más ahora que la demanda ha aumentado de manera exponencial. Pero es lógico que prime la información. Nunca olvidemos que seguimos contando con la máxima confianza de los oyentes en estos tiempos de incertidumbre.
07 abril 2020
Hasta mayo
Esta fue la conclusión a la que llegaron casi un centenar de contactos a través de Twitter. Y tú, ¿qué opinas?
06 abril 2020
Cambio de ciclo
Antes de que el mundo cambiara para siempre, 22.063.000 personas oían la radio en España según el último Estudio General de Medios. Más de la mitad, 12.531.000 oyentes se habían declarado seguidores de las cadenas musicales. En el cambio de tendencia sigue (o seguía) estando la llegada de audiencia joven.
Son 173.000 oyentes menos que la oleada anterior. 487.000 oyentes menos si miramos el mismo trimestre del año anterior, de enero a marzo. Ahora que la radio ha vuelto al centro de la vida de miles de personas por la pandemia, ahora que faltarán los recursos en los medios por la crisis publicitaria, solo una reinvención de este ingenio sonoro podrá evitar la sangría de oyentes y de profesionales.
Ante este cambio de ciclo, ¿qué opinas? ¿Cuál crees que es el futuro de la radio?
05 abril 2020
Mi radio transmedia
—Si algo le agradezco a esta situación es que te estoy viendo más que antes —me soltó mi madre en pleno FaceTime a 700 kilómetros de distancia.
Siempre se ha dicho que los amigos son la familia que uno elige. A punto de cumplir un mes de encierro en Madrid he constatado que, de todas las familias que tengo, la más numerosa está en la radio. Son los primeros que han tenido la necesidad de que nos viéramos las caras, de comprobar que seguimos bien. Me llama la atención que sean, además, los viejos compañeros de emisoras que desaparecieron del dial, Radio La Costa (en la que colaboré en 1994) y Punto Radio (que vi nacer en 2004).
Mola esto de la radio transmedia. Algunas charlas se han llegado a disfrutar con los oyentes por Facebook Live. Quizá podamos seguir explotándolo cuando todo esto acabe. Aunque sólo sea por mi madre.
04 abril 2020
Más radio para curar la 'infodemia'
Para escuchar las cuñas, pincha aquí
Desconocía hasta hoy que también estamos en tiempos de 'infodemia', que es el nombre que recibe la difusión de noticias falsas sobre la pandemia. La Academia de la Radio ha elaborado cuatro cuñas para alertar a la población sobre la propagación de falsos mitos. Estos son los contenidos que más han llamado mi atención de estos mensajes grabados:
- Mientras navegas por tu canal de noticias, lees un mensaje o un comentario sobre el coronavirus, piensa cómo te hace sentir. ¿Te hace enfadar? ¿Triste o sorprendido? La desinformación puede difundirse mediante el uso de contenidos de carácter emocional. Antes de compartir o de reaccionar ante un contenido, piensa de dónde proviene, quién puede beneficiarse y quién puede sufrir. Piensa antes de hacer click.
- ¿Alguien que conoces te envía un consejo de un experto contra el coronavirus? Cuidado, el experto puede no ser auténtico. Una forma de manipular la información es utilizar un falso experto para añadir credibilidad al mensaje. Comprueba siempre quién es este experto, qué experiencia tiene en el tema y a qué organización representa.
- La desinformación, como el coronavirus, se está extendiendo. Para combatir la desinformación, es importante compartir la información de fuentes fiables, como las autoridades sanitarias y la Organización Mundial de la Salud. Durante el brote de COVID-19, confía solamente en las fuentes de información oficiales y en los medios de comunicación creíbles. No compartas información no verificada.
Esta es una campaña en la que colabora la UNESCO y que suscribo encantado como periodista. Llevo casi un mes desmintiendo la veracidad de decenas de mensajes que me llegan cada día (la mayoría por WhatsApp). Desconozco también en qué momento una buena parte de la audiencia dejó de distinguir entre información y opinión. Sirvan estas cuñas para refrescar la lección olvidada.
03 abril 2020
FM Montessori
Es tiempo de encontrar y difundir buenas noticias. Por la parte que me toca, si tiene que ver con la radio y su buena gente, tanto mejor. Permitidme que comparta aquí esta maravilla que encontré en las páginas del diario argentino Clarín:
Juan Manuel Lizabe junto a su padre, Daniel, en el control de FM Montessori
- Con 23 años Juan Manuel Lizabe dirige FM Montessori en Catamarca, donde opera y transmite por internet
Desde pequeño, el chico que hoy tiene 23 años supo que esta era su vocación. "¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?", le preguntó Daniel, su papá, cuando Juan Manuel Lizabe tenía unos nueve. La respuesta le llegó rápido y sin dudar: "Operador de FM".
“Poner una FM era todo un desafío, en ese momento lo primero que pensé fue en buscar alguna radio del estado para que le permitiera poner música. Pero después me pregunté por qué razón no lo podíamos hacer nosotros mismos”, expresa a Clarín Daniel Lizabe. Al principio, la emisora comenzó a funcionar en la casa con un equipo muy chiquito, traído desde Paraguay, “de esos que ahora se colocan con un pendrive para escuchar dentro del auto”. Juan tenía 11 años y comenzaba a saborear el placer de lo que en ese momento era jugar a que tenía su propia radio.
Al poco tiempo su papá adquirió un pequeño transmisor, con una antena que emitía hasta a unas 10 cuadras. “Un día le dije que ya estaba listo y compré una estación de FM completa, hasta con paneles acústicos. Cuando lo traje a mi casa Juan comenzó a saltar y a mover las manos y casi que se pegaba la cabeza con el techo”, recuerda su papá.
La radio arrancó a transmitir en 2010 y al cabo de unos años Daniel comenzó a realizar las gestiones para lograr que le otorguen una licencia. Finalmente, en 2019, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) le adjudicó la licencia definitiva: FM 95.7 Montessori, según sus dueños, la única emisora en el mundo que es dirigida técnica y musicalmente por una persona con Trastorno Autista.
En medio de la charla, Juan Manuel interrumpe para mostrar cómo es la habitación donde funciona su estudio. “Acá son los transmisores, por este equipo sale el audio, el micrófono, éstas son las dos computadoras, esto marca la potencia y la consola”, indica Juan, y advierte: “Ahora estoy transmitiendo por otro programa en Internet y opero en vivo”.
Cuando hay programación al aire la función de Juan es, básicamente, operar. Pero también recibe a los conductores y a los productores en la puerta de su casa. “Lo que para cualquier persona podría ser algo muy sencillo, para quienes tienen autismo se trata de todo un aprendizaje. Además de darle la bienvenida, él los ubica en el estudio y les hace probar los micrófonos”, cuenta su papá.
La mayoría de los programas en la grilla de FM Montessori son de interés general, y siempre haciendo hincapié en temas de discapacidad pero desde una mirada positiva. Además de Juan, allí está trabajando un hombre de 39 años con autismo, y en otro momento operó un joven sordomudo.
Papá, me gusta mi radio
“Una vez recibí un mail que lo contesté después de dos días porque durante ese lapso me la pasé llorando de alegría. Me escribían desde una productora de Mar del Plata contándome que se habían enterado de la historia de Juan, y diciéndome que les gustaría participar en el proyecto. Actualmente estamos emitiendo unos programas de ellos”, se enorgullece Daniel. Y agrega: “Con la radio pudimos traer la socialización a casa buscando siempre el lado positivo. Ahora llegamos a un punto en que la emisora nos queda chica porque él tiene que seguir socializándose y poder dar más pasitos”.
—¿Qué sentís vos como papá al ver la manera en que puede realizarse tu hijo?
—La mejor respuesta la dio Juan hace un tiempo. Teníamos una parte de la casa que no estaba construida. Le colocamos unas paredes y cuando llegó el momento en que ya estaba todo listo, le dije al albañil que no rompiera el último pedacito de pared para que Juan lo hiciera. Entonces, me fui para el otro lado de la casa, le di un martillo, rompió la pared y metió su cabecita. Luego, salió sin pronunciar ni una palabra, pero cuando estábamos cenando me dijo: 'Papá: me gusta mi radio'. Esa fue su respuesta —se emociona Daniel.
“Yo me siento muy contento con estos reconocimientos por cómo él los disfruta”, define el hombre. Meses atrás la Cámara de Diputados de la provincia de Catamarca declaró de Interés Legislativo la “Historia de lucha y superación de Juan Manuel Lizabe, quien fue diagnosticado con Trastorno Autista”.
“Nos habían dicho que Juan no iba a hablar, a leer ni a escribir. En ese momento nos queríamos matar, pero de ahí Juan aprendió a leer letra por letra y a mejorar cada día más en su forma de expresarse. Yo me siento muy contento con estos reconocimientos por cómo él los disfruta. A lo mejor no es consciente en ese momento, pero se pone muy contento”.
02 abril 2020
Radio Hope
El coronavirus nos ha tomado la medida por el mismo rasero porque supone una amenaza para toda la especie. Nunca una acción global ha dependido tanto del éxito individual, de que cumplamos a rajatabla nuestra parte. Evitar el contagio. Quedarnos en casa. Cuidarnos. No olvidar a los que se quedaron solos. Animar a los que cayeron enfermos. Ahora que los pequeños gestos se convirtieron en los más grandes, vaya mi aplauso a los creadores de Radio Hope: música, buen rollo y mensajes de ánimo sin ánimo de lucro, por amor al bienestar del prójimo. Un rayo de esperanza en los tiempos más oscuros que nos han tocado vivir.
01 abril 2020
Nombres y apellidos
Tengo la inmensa fortuna de que mi familia se encuentra bien de salud, pero esta guerra dispara cada vez más y más cerca. Las balas silban por encima de esta trinchera y ya han alcanzado de lleno a mi gente. La fría estadística de muertos tiene nombres y apellidos. Van aquí un par de ejemplos.
Recuerdo a diario que Pepa perdió a su padre el Día del Padre. Llevaba tiempo bregando con la salud y hacía una semana que no podía visitarle por el obligado confinamiento. No tuvo ocasión de despedirse. Tuvo que esperar dos días para poder enterrarle. No pudo viajar con su hijo en el coche para no ser multada de camino al cementerio. No pudieron velarle más de seis personas. Nunca sabrá si murió con coronavirus aunque todo apunte. Quizá fue víctima del caos en la residencia durante el estallido de contagios. Quizá habría sobrevivido de haber sido hospitalizado. Fue mi primera jefa en la radio hace más de 20 años, es de quien más aprendí el oficio y me acaba de enseñar una lección más, cómo seguir sonriendo cuando pierdes así a quien más quieres.
Esta semana fue Ana quien pasó por el mismo duelo. La llamada del hospital. El adiós perdido. El anuncio en Twitter. Nuestro pésame a través de las redes sociales. Lo que no me esperaba era su indignación en antena por culpa de una panda de imbéciles.
La radio me unió a Pepa y a Ana en las redacciones por el mismo hilo invisible que une a los oyentes a través de las ondas (o ahora de los megas). A ellas quería enviarles este largo beso por escrito para recordarles, como bien saben aunque ahora duela, que la vida sigue. Tengo pruebas. Mi compañera Cris acaba de ser mamá. Clara tenía tanta prisa por no perderse la fiesta que se ha presentado un mes antes, así que se va a quedar un rato más en el hospital para ponerse más gordita. Así estamos los que hacemos radio en el CEU, gordos de emoción y alegría.
Una oyente más. Qué ilusión. Ya habrá tiempo de radiarle la lección que nos dejaron las voces que se apagaron aquel marzo de 2020.
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