El vídeo no mató la estrella de la radio, y la era informática sólo ha servido para renovarla y mejorarla. En las dos décadas que llevo trabajando en el medio he sido testigo de la jubilación de los discos de vinilo, las cintas de casete, los magnetófonos e incluso de los cartuchos 'sinfin'. Esto pasó en los 90. El nuevo siglo acaba de echar de la carretera los CD. Hoy nadie duda de que el mejor soporte para el sonido es el digital y la aplicación de esta nueva tecnología también ha supuesto un paso adelante en la realización radiofónica del trabajo informativo.
Actualmente, los sistemas de grabación y reproducción en MD y MP3 permiten una mejor cobertura y edición de los eventos informativos. Según la calidad deseada, uno puedo grabar hasta ocho horas seguidas con uno de estos sistemas que incluso se venden para uso doméstico. Además, la creación de cortes o 'tracks' en estos aparatos es muy sencilla, por lo que la búsqueda y reproducción de un corte de voz es prácticamente inmediata.
Esta aplicación ha sido formidable en la edición de sonidos para la información. Los servicios informativos podemos poner más cortes en menos tiempo con una calidad prácticamente de estudio. El editor de informativos puede jugar mejor con la multiplicidad de sonidos en una portada o en los titulares porque los técnicos de control no tienen que preparar físicamente los archivos, están todos listados en carpetas y archivos, listos para lanzarlos de manera consecutiva. Dicho en pocas palabras, se ha multiplicado la capacidad de reacción del técnico.
Más allá de la calidad, los informativos hemos ganado en ritmo. Insisto, podemos poner más cortes, más cortos, ilustrar mejor las noticias sin agotar al realizador y al técnico de control. En los últimos años, a los sonidos del día habituales en las portadas se han añadido más cortes en los titulares. De hecho, esta misma temporada, los informativos de
Radio Nacional de España emiten cortes en titulares sin "rotular", sin citar la fuente, como avance de los contenidos que van a tratar a continuación.
La digitalización de la información radiofónica también ha mejorado la reproducción de archivos de la fonoteca y la emisión de música para arropar las noticias. El primer punto es evidente. Incluso internet se ha convertido en una gran bolsa de sonidos al alcance de todos, razón de más para refrescar la memoria cuando es necesario. A mí me gusta especialmente el segundo punto. A la voz, al sonido grabado y la ausencia de ambos, el nuevo circo de tres pistas que permiten las múltiples pantallas de los ordenadores nos está permitiendo "jugar" más con los fondos musicales que, en ciertos puntos del relato informativo, ilustran mejor lo que estamos contando, desde sintonías a separadores.
En mi caso, cuento con varias melodías que me vienen acompañando desde hace años y que a uno le acaban identificando tanto como la propia voz. Algunos de estos indicativos incluso están montados con voces en
off que sitúan al oyente en el programa, la emisora y el director/presentador, pero desde su origen están creados para acompañar a la información, que sirvan para pasar página dentro del mismo diario hablado.
Hay una norma básica en cualquier curso de diseño gráfico: lo menos es más. Nada de lo escrito anteriormente debe recargar la antena. Los periódicos cada son más "arrevistados": grandes titulares, mayores cuerpos de letra, fotos a color y espacios en blanco para no saturar al lector. Poco a poco, el oyente nos ha pedido este viaje que permita suavizar el relato de las noticias, más allá del sacrosanto paso a corte y paso a crónica.
Francamente, nunca dejo de aprender. Cada vez que enciendo la radio y escucho cualquier emisora descubro algo nuevo, sea en el fondo o en la forma. Son buenos si me pregunto... ¿cómo habrán hecho eso? Ahí está la magia de la radio o, como decimos en el Sur, el duende.
japinero@puntoradio.com