Primero fueron los SMS y ahora las redes sociales. Siento que la velocidad supera al ingenio pero que no lo mata, de momento sólo lo esparce. Sobran contenedores para similares contenidos. Una buena amiga me envía esta campaña para YouTube destinada a un proyecto editorial. Una vez más, gana la premisa del diseño: lo menos es más. Las buenas ideas no tienen precio. Tampoco mi traducción libre, así que –de entrada—pido disculpas.
Este es el final de la industria editorial
y
los libros están adormecidos y aburridos
ya no podrá decirse que
nos gusta leer
a mis amigos y a mí
no nos gusta cómo se sienten los libros en nuestras manos
no es cierto que
no sigo tendencias
sé lo que quiero cuando lo veo y
el continente
es más importante que
el contenido
tengo que decirte que
mi atención abarca desde las pequeñas hasta las grandes ideas
y simplemente no es cierto que
lea mucho y me guste aprender
que no me preocupa
y vosotros no deberías pensar
que tenga que importarme el medio ambiente y la sostenibilidad
lo que espero que consigáis es
lue tengáis que abrir los ojos a mis valores
lo importante que es para mí
lo que viste Lady Gaga
y que no me preocupa demasiado
lo que hizo Gandhi el siglo pasado
creo que es increíble
que de hecho nos estés escuchando
que lo importante para vosotros es
si encontraréis
clientes
para vuestros
productos
pensaréis
vuestro trabajo ya está hecho
si nos gusta vuestra marca
lo haremos por vosotros
en Facebook
en nuestro móviles
mis amigos y yo
tu mercado
está muriendo
no penséis que todo
va a sobrevivir
esto…
Vale. Ahora, léelo al revés. Bravo.
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