No me cansé de felicitar al Barça este fin de semana en antena. Deben saber los amigos que, antes de merengue o cadista, soy un periodista que trata de ser todo lo objetivo que sabe y puede. Y el Barça tiene este año (y no solo éste) un equipazo. Y punto.
Con ese espíritu, y con el devenir de los acontecimientos del último fin de semana de mayo, quería subrayar el trabajo invisible que hay detrás de quien entrena, marca el gol o falla el penalti. Aquí, en la radio, de quien selecciona los mejores cortes de voz, contesta al teléfono, realiza todo el sonido, etcétera. Porque detrás de la siguiente portada hay mucho más que un locutor y un micrófono abierto:
Ahí van tres palabras más: gracias a todos. Modestia aparte, este también es el resultado de un equipazo. La mayor victoria reside en lo disfrutado, dentro y fuera de la redacción, antes y después de la antena. Porque ayer la radio era una fiesta, como si también estuviéramos nosotros de copa en copa, brindando por los oyentes y los nuevos anunciantes.
@japinero
30 mayo 2011
24 mayo 2011
Concepto de revolución
Mi ausencia ha sido obligada por motivos personales y profesionales, todos felices, pero mi silencio en estas páginas ha sido consciente desde la semana pasada, justo desde el inicio del denominado Movimiento 15-M. Insisto, no escribí aquí nada queriendo, algo he tuiteado, aunque sobre todo repetía lo que me parecía interesante. Nada más.
Arranco estas líneas ahora libremente y después de una reflexión profunda y meditada, toda vez leídas decenas y decenas de páginas en los periódicos, en internet y miles de tweets. Ahora, con la #globalcamp aún en marcha y la #spanishrevolution dando la vuelta al mundo, me veo en disposición de opinar desde la distancia porque no he pisado la Puerta del Sol. Tengo sumo interés, pero he querido seguir a este lado de la pantalla, como tantos millones de espectadores, para ponerle tiempo y espacio a este post. Dicho esto, ahí va mi decálogo de impresiones:
1.- Se trata de una movilización social fascinante. Nunca antes vi una reacción semejante ante un malestar general y no por una chispa concreta.
2.- La primera ausencia de siglas, lema único, color corporativo, bandera o himno subraya, a mi juicio, ese toque espontáneo, que no improvisado.
3.- Salvo incidentes aislados y condenados por los propios acampados, se trata de una protesta pacífica. Ahí tienen mi aplauso incondicional.
4.- El éxito o fracaso de la convocatoria se verá a largo plazo, siempre y cuando alguna de sus reivindicaciones (reforma electoral, básicamente) se acabe materializando. Hoy por hoy, está por ver.
5.- La enésima demostración del poder de internet y de las redes sociales. Visto lo visto, los medios de comunicación no pueden ser ajenos a los nuevos canales de información.
6.- Al hilo del punto anterior, ha sido lamentable la extrema politización de este acontecimiento por parte de... los políticos y sus acólitos. Se cree el ladrón, dice el refrán.
7.- Me gustó ver a familias enteras reunidas en tantas plazas por una causa común. Quien los tachara de perroflautas lleva días sin asomar la cabeza.
8.- Entiendo que se hayan echado a las calles en plena campaña, para aprovechar el tirón mediático. Solo digo que les eché de menos durante los últimos años, desde que empezó la crisis, pero más vale tarde.
9.- Después de todo el lío de la prohibición, queda demostrada la escasa incidencia que han tenido en estos comicios, especialmente los que abogaban por la opción #nolesvotes. Todo lo contrario: la abstención ha caído. En efecto, la democracia se ejerce en las urnas. Solo se ha hundido el PSOE, el crecimiento de IU ha sido escaso y el auge de UPyD en Madrid apenas se reproduce en el resto del país.
10.- 10 días después de la #acampadasol, casi 5 millones siguen parados y Zapatero aún vive en Moncloa. Mi concepto de revolución es otro.
@japinero
14 mayo 2011
09 mayo 2011
Imbecilizando
Qué fácil es explicar mi ausencia como bloguero las últimas dos semanas. La primera fue mi 'Semana Santa' particular y la fuga temporal de país obliga a eliminar la itinerancia de datos, por si la factura. La pasada fue corta en días pero larga y dura en acontecimientos, principalmente por el asesinato de Bin Laden y el arranque de la campaña electoral.
La rebelión ante las máquinas
Hoy despierto y me pongo a tirar del escritorio papeles y recortes. Soy de los que aún arranca hojas del periódico, aunque cada vez más me reenvío enlaces de alguna web por correo electrónico o marco como favorito un tweet que merece una segunda lectura. Pero esta página de ABC llamó mi atención porque recoge una cita del último gigante de las letras argentinas fallecido recientemente. Dijo Ernesto Sábato:
Un par de páginas antes, en ese mismo periódico, un breve de la sección 'Madrid' recogía en ese mismo periódico que tres jóvenes, de entre 20 y 26 años, habían sido detenidos por huir a 180 kilómetros por hora en un Seat 124, un modelo que ya tenía 35 años de antigüedad.
Este fin de semana tenía la desgracia de dar la noticia del fallecimiento de Severiano Ballesteros. Un genio, un mago del golf y que además dio un ejemplo de vida por su lucha contra un tumor cerebral durante más de dos años y medio. Pero todos le recordaremos por el arte que se daba, con el debido respeto, colando pelotitas en un agujerito.
No son los aparatos lo que nos hacen sublimes o imbéciles, como sugería Sábato. Por sí solo, el ordenador que tengo delante no sabría ni encenderse. La pelota de golf no habría salido de la mochila. El 124 seguiría en el garaje y, dentro de poco, quizá, en un museo.
Me rebelo contra el mal uso así como del abuso de las nuevas tecnologías, una sentencia a la que sumo las redes sociales. Si nos llevan a alguna parte o acaban siendo inútiles lo dirá el tiempo, porque no depende de ellas sino de los artistas o estúpidos que participan en ellas. Seve era una fiera en el campo de golf. Los del 124 no pasan de burros. Y se lo digo (bien tarde) al bueno de Sábato porque también afirmó:
Y digo yo: qué culpa tenían los libros. Como en la Inquisición, de esta forma Sábato estuvo enviando a la hoguera a los autores de esos títulos tan pésimos, a su juicio. Cada vez que leo una estupidez en internet no se me ocurre tirar la pantalla por la ventana. No creo que los portátiles, smartphones y tablets no estén imbecilizando. Aquellos que por aquí son estúpidos ya lo eran de serie sin conexión ADSL ni wifi.
@japinero
La rebelión ante las máquinas
Hoy despierto y me pongo a tirar del escritorio papeles y recortes. Soy de los que aún arranca hojas del periódico, aunque cada vez más me reenvío enlaces de alguna web por correo electrónico o marco como favorito un tweet que merece una segunda lectura. Pero esta página de ABC llamó mi atención porque recoge una cita del último gigante de las letras argentinas fallecido recientemente. Dijo Ernesto Sábato:
¿Cómo voy a propiciar esta tecnología que está imbecilizando
a las tres cuartas partes del mundo? Me rebelo contra eso.
Un par de páginas antes, en ese mismo periódico, un breve de la sección 'Madrid' recogía en ese mismo periódico que tres jóvenes, de entre 20 y 26 años, habían sido detenidos por huir a 180 kilómetros por hora en un Seat 124, un modelo que ya tenía 35 años de antigüedad.
Este fin de semana tenía la desgracia de dar la noticia del fallecimiento de Severiano Ballesteros. Un genio, un mago del golf y que además dio un ejemplo de vida por su lucha contra un tumor cerebral durante más de dos años y medio. Pero todos le recordaremos por el arte que se daba, con el debido respeto, colando pelotitas en un agujerito.
No son los aparatos lo que nos hacen sublimes o imbéciles, como sugería Sábato. Por sí solo, el ordenador que tengo delante no sabría ni encenderse. La pelota de golf no habría salido de la mochila. El 124 seguiría en el garaje y, dentro de poco, quizá, en un museo.
Me rebelo contra el mal uso así como del abuso de las nuevas tecnologías, una sentencia a la que sumo las redes sociales. Si nos llevan a alguna parte o acaban siendo inútiles lo dirá el tiempo, porque no depende de ellas sino de los artistas o estúpidos que participan en ellas. Seve era una fiera en el campo de golf. Los del 124 no pasan de burros. Y se lo digo (bien tarde) al bueno de Sábato porque también afirmó:
Siempre he sido un poco pirómano, me produce cierta satisfacción
quemar libros malos. El fuego es purificador.
Y digo yo: qué culpa tenían los libros. Como en la Inquisición, de esta forma Sábato estuvo enviando a la hoguera a los autores de esos títulos tan pésimos, a su juicio. Cada vez que leo una estupidez en internet no se me ocurre tirar la pantalla por la ventana. No creo que los portátiles, smartphones y tablets no estén imbecilizando. Aquellos que por aquí son estúpidos ya lo eran de serie sin conexión ADSL ni wifi.
@japinero
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