09 octubre 2012

Cuando silban los disparos



Aún no he tenido ocasión de leer el libro sobre periodismo del que ahora escribo. Pero vaya por delante que, el día después de su presentación en Madrid, es sintomático que ningún medio de comunicación se haga eco de él. Para que luego hablen de corporativismo. Es cierto que hoy las nefastas previsiones para nuestra economía del FMI lo inundaron todo, pero no es menos cierto que la crisis también está ahogando a los periodistas. Se calcula que 8.000 compañeros han perdido su puesto de trabajo en los últimos cuatro años en España.

Insisto. Como aún no lo he leído, vaya por delante (de nuevo) su descripción oficial:

La crisis económica general ha coincidido en el tiempo con una crisis propia de los medios de comunicación y por tanto del periodismo, obligado a adaptarse a la nueva realidad digital. Como en toda crisis, se corre el riesgo de recortar cosas fundamentales, y conservar otras accesorias: suprimir lo más caro, no lo menos necesario. En un medio lo más caro es la información internacional propia de calidad, por eso en esa sección se pueden ver aumentados los problemas y los desafíos del periodismo. En Queremos saber, 12 periodistas de una amplia trayectoria internacional en los medios más diversos, de prensa escrita, radio y televisión, reflexionan sobre la crisis que está atravesando el periodismo y explican las nefastas consecuencias que eso tiene para el correcto funcionamiento de una democracia.



La presentación fue un éxito. El público llenó la segunda planta de la recién inaugurada librería La Central en Madrid, muy cerca de Callao, para escuchar y comprender los motivos que empujaron a los allí presentes a su elaboración. Tomaron la palabra Mayte Carrasco, Javier Martín, Pilar Requena y Ramiro Villapadierna. Dejo para para el final de este post a Cecilia Ballesteros. Enseguida lo entenderéis.


Ramiro, Pilar, Cecilia,
Javier y Mayte

Es muy interesante lo que destacaron los asistentes vía Twitter mediante el hashtag #QueremosSaber.

Mayte lamentó que "los mismos medios que me premian por cubrir guerras aún no me han pagado la factura de febrero". A juicio de Javier, "el error está en enviar a un periodista a la guerra para pedirle lo que estás viendo en Madrid por internet".

Todos cargaron contra el abuso de las redes sociales. Pilar explicó que "los 140 caracteres no bastan para hacer información". También confía en que "los 'hombres de gris' devuelvan a los periodistas el tiempo necesario para contextualizar". Para sentenciar este asunto, Mayte recordó la conocida crítica de Rosa María Calaf al llamado periodismo ciudadano: "cuando vamos a un médico, no pedimos un médico ciudadano". 

En medio de tantos ERE y prejubilaciones, todos hicieron una defensa cerrada de la veteranía en el periodismo. Ramiro señaló que "ahora, en las redacciones, no se encontrará a esa gente con canas con la que en dos días se aprendía tanto". Por último, también salieron a la palestra las palabras del presidente de PRISA, Juan Luis Cebrián, que afirmó la semana pasada ante el comité de trabajadores de El País: "la tercera edad en periodismo empieza a los 50 años". "Tengo 50 años y creo que estoy en lo mejor de este oficio", respondió Pilar.

Dejaba para el final a Cecilia Ballesteros, autora del prólogo dedicado, como el acto de ayer, a Ricardo Ortega, que murió tiroteado a los 37 años en Haití, cuando cubría para Antena 3 Televisión la crisis política y social que azotaba entonces aquel país, mucho antes del terremoto, en marzo de 2004.

Escribo estas líneas con 37 años, acabé la carrera hace 15, jamás pisé territorio comanche y tengo miedo de cómo silban los disparos sobre mi cabeza.

08 octubre 2012

La playa de Aragón


Pincha para ampliar

Con la resaca del clásico, y en pleno rosario de pamplinas sobre la bandera autonómica en las gradas y los gritos independentistas en el Camp Nou, reconozco que prefiero reírme por no llorar.

07 octubre 2012

Si bebes, sigue leyendo


Algún compañero tengo que carece de perfil alguno en las redes sociales. Entre otras lindezas, critican que cualquiera pueda etiquetar una imagen tuya estando por ahí de fiesta, copa en ristre, y que esa foto pueda perjudicar su imagen pública, por ejemplo, en el trabajo. Ahora que medio mundo busca empleo, las agencias recomiendan que cada uno vigile bien su huella digital, por lo que pueda revelar de tu vida fuera de la oficina. Aunque no hay dos sin tres opiniones y también leí que los jefes de recursos humanos no se creen el contenido de aquellas cuentas en las que no hay una sola instantánea que refleje el tiempo de ocio real de los candidatos a un puesto de trabajo, y que descartan sus CV por sosos.

Contentillo

Así que mentiría si no escribiera que este fin de semana he bebido. Alcohol, se entiende. Vino, para ser exactos. Pasé la tarde-noche del sábado en la cuarta edición de Las Vendimias de Lavinia, una cata multitudinaria de nuevos caldos que nos deja la vendimia de este año. Una cita altamente recomendable en un lugar privilegiado, en plena "milla de oro" de Madrid, a la que solo le puedo poner una pega, si me lo permiten los organizadores (no creo que se enfaden): el evento fue un rotundo éxito, de ahí que fuera multitudinario. Demasiado. Mucha cola y poco tiempo, por el apuro que daba, para preguntar a los amables bodegueros. 

He aquí una humilde sugerencia como solución al problema: les propongo que la quinta edición se prolongue todo el sábado, desde mediodía, y no solo por la tarde, para que el público no se apelotone al final de la jornada. Y espero seguir por aquí el año que viene para brindar con vosotros, aunque sea a través de este blog. Porque me gusta beber, lo que no significa que vaya todo el día bebido. Porque la foto que ilustra este post es real, pero nunca refleja toda la realidad.

06 octubre 2012

No hay dos sin tres




¿Cuánto pagarías por asistir a un concierto que ya has visto decenas de veces? He llegado a este extremo con los madrileños Vetusta Morla. Me los presentó Laura y el romance dura hasta hoy. Entre ambos vídeos han pasado cuatro años. Arriba estaban presentando su primer LP. Y abajo recopilan sus mejores canciones y se dejan arropar por la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia en un espectáculo benéfico, una experiencia sin par que aquí puedes ver íntegramente y que ahora repetirán en Madrid. A final de mes tendré el gustazo de vibrar con ellos en directo. Y ya van tres


Con lo electrónico que he sido siempre, reconozco que se han convertido en la banda sonora de mi vida reciente. Si me gustan las canciones, las melodías, las poesías y los arreglos, me quedo con el nombre de su discográfica. Pequeño salto mortal. Es lo que hace falta, justo ahora que el mundo no está para acrobacias.



05 octubre 2012

No entiendo nada




Por si algún día lees esto, Juan Manuel:

No entiendo nada
No entiendo que hayas tirado tu vida por la borda.
No entiendo que no pensaras en tu familia.
No entiendo cómo un hijo puede hacer sufrir así a sus padres.
No entiendo que admiraras una matanza que ocurrió cuando solo tenías ocho años.
No entiendo que te identifiques con Eric y Dylan, los asesinos suicidas de Columbine.
No entiendo que no tuvieras amigos de verdad y solo por internet.
No entiendo que malgastaras así el dinero que ganabas jugando a las cartas en la red.
No entiendo tu odio a la sociedad de la que formas parte.
No entiendo tu afán de destrucción propia y ajena.
No entiendo tu interés por las armas de fuego.
No entiendo que se puedan comprar explosivos a través de internet.
No entiendo que se enseñe a fabricar bombas a través de internet.
No entiendo que el único libro que leyeras fuera Mi lucha de Adolf Hitler.
No entiendo qué te pudo convertir en un asesino en potencia.
No entiendo que quisieras pasar así a la Historia.
No entiendo tu confesión.
No entiendo tu falta de arrepentimiento.
No entiendo tu desprecio por la vida.
No entiendo cómo un hijo puede hacer sufrir así a sus padres.
No entiendo que no pensaras en tu familia.
No entiendo que hayas tirado tu vida por la borda.
No entiendo nada.

04 octubre 2012

Cuestión de imagen


Una manita

Todo lo que sube baja. No lo digo yo, es una máxima universal. Por tercer miércoles consecutivo, el concurso La Voz de Telecinco se ha convertido en el fenómeno televisivo de la temporada. Solo vi íntegramente el primero y me encantó el trabajo de edición, montaje y realización que tiene. Me gustó mucho el ritmo del programa y me ayudó a desconectar, que de eso se trata. Lo califican de talent show, prefiero llamarlo espectáculo. Además, soy un cantante frustrado, pero eso lo dejo para otra ocasión.

Repasando las audiencias, la cadena que preside Paolo Vasile se adjudicó el miércoles con un 20% de cuota de pantalla. El minuto más visto del día fue para La Voz, con 6.438.000 espectadores, un 32.8% de share. El arranque ha sido más potente que el de la primera edición de Operación Triunfo, así que aún es pronto para adivinar dónde estará el techo. Ahora que comienza el pelotazo, vaticino que también caerá, como OT, pero no toca ser agorero.



Otra manita

Este éxito eclipsó el gran fracaso que marcó ese mismo día el que fuera uno de los buques insignia de la privada. Después de tres años en antena, Sálvame perdió la batalla. Son muchas horas diarias en antena, demasiadas para un mismo presentador -Jorge Javier Vázquez- que también conduce otros formatos en el mismo canal. Falta guión y sobran gritos, más allá de lo inapropiado de su horario de emisión, con los niños de vuelta del colegio. Al despropósito habitual se suma un cambio de tendencia que me satisface profundamente. Aunque nunca he tenido ocasión de echarle un vistazo a la oferta de la competencia, así quedó la tarde del miércoles:

El secreto de Puente Viejo, Antena 3: 1.815.000 espectadores, 18.2%

Sálvame diario, Telecinco: 1.742.000 espectadores, 16.9%

Últimamente se habla mucho de la imagen que queremos para España en el extranjero. Pues eso.

03 octubre 2012

Roto



Coge este plato y tíralo al suelo.

Hecho.

¿Se ha roto?

Sí.

Ahora, pídele perdón.

Vale.

¿Ha vuelto a estar como antes?

No.

¿Lo has entendido?

02 octubre 2012

Revolution.cat



A la atención del Molt Honorable president de la Generalitat

Estimado Sr. D. Artur Mas

Ahora que está usted de vuelta de la Conferencia de Presidentes, imagino que está muy ocupado pensando cómo va a devolver al Gobierno central la ayuda de 5.038 millones de euros solicitada al Estado mientras estudia qué margen de intención de voto necesita para que tenga futuro su proyecto político independentista, referéndum incluido. Hay que reconocer que le cunden las horas del día, porque yo no daría abasto.

Con todo, si quiere despejarse unos minutos este fin de semana, le recomiendo que se baje a través de internet la nueva serie del último Spielberg de la televisión, J. J. Abrams. Le llamará la atención el título, Revolution. Pero nada que ver con la francesa, que ahora está apadrinada (no escribiré 'acaparada') por Pedro J.

Le adelanto el argumento, sin que me llame spoiler: en un futuro imposible, la civilización se ha quedado sin energía eléctrica. Piénselo. No podría ni leer estas líneas. Esta noche, tendría que contar los millones que ya ha recibido a la luz de las velas. Y a la larga, como ocurre en esta ficción, su gobierno acabará cayendo a manos de los ciudadanos que pasan de los políticos y que solo tienen hambre. Hambre porque la comida se ha podrido en los frigoríficos, porque las fábricas han dejado de funcionar y porque no hay medio de transporte de alimentos posible. 

EEUU, como los Juegos Reunidos Geyper
tras el apagón

En esta ciencia ficción, el mundo está dividido y todos quieren recuperar el bienestar que les proporcionaban los desaparecidos Estados Unidos de América. Hace más de medio siglo, cuando otros políticos sumaron energías y fundaron la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, se dijo que asistíamos al germen de unos futuros Estados Unidos de Europa. Hoy, que la economía hace malabarismos al borde del precipicio, cuando estamos a punto de sufrir un apagón monetario como el ideado por Abrams si nos acaban rescatando, querría preguntarle en qué puñetas consistiría su Catalunya independiente, grande, libre y pobre.

Sin otro particular, le saluda atentamente

Piñe

01 octubre 2012

Os voy a contar



Me confieso impresionado por la ingente labor literaria que ha demostrado José Bono con la publicación de la primera parte (serán tres) de sus Diarios. Cuenta que desde abril de 1992 llevó siempre un bloc a cuestas, tomaba nota de todo lo que pasaba a su alrededor, escribía entrecomillados si recordaba frases textuales y lo pasaba a limpio, al dictado y al ordenador diariamente. Todo con un rigor histórico encomiable y una actitud espartana digna de elogio. El resultado: cerca de 20.000 folios de su experiencia como presidente de Castilla-La Mancha, Ministro de Defensa y presidente del Congreso de los Diputados.

Envidia sana. Con este espíritu retomo este blog que, por su gratuidad, nunca entrará en crisis. Escribir unas líneas al final del día me ordena las ideas. Me gusta echar la vista atrás por un minuto y pensar, como cantó Manolo García, que nunca el tiempo es perdido. Este es mi compromiso público para la temporada que arranca. Porque Twitter está muy bien para dejar unas primeras impresiones, pero no todas caben en 140 caracteres. Este humilde blog se vuelve diario y estará siempre abierto en internet. Salvando las distancias, que Bono es una figura destacada, esta es la diferencia entre los políticos y los periodistas. Nosotros tenemos poco, o no deberíamos tener nada, que ocultar.

Arranca una temporada apasionante. Será un placer compartirla contigo. Gracias por seguir ahí.